Arena del desierto para almacenar energía térmica en centrales termosolares
En muchas ocasiones hemos hablado de las grandes posibilidades que tienen los desiertos para generar electricidad mediante energía termosolar, y hay grandes proyectos en ello. En este sentido, las posibilidades de almacenar cierta cantidad de energía sería una gran ventaja y continuamente se buscan nuevas formas de hacerlo. Investigadores del Instituto Masdar de Emiratos Árabes Unidos (EAU), en colaboración con el laboratorio francés Promes, han demostrado que la arena de los desiertos de Oriente Medio podría ser utilizada en instalaciones de energía termosolar (CSP) para almacenar energía térmica con temperaturas de hasta 1.000 °C.
El projecto, de nombre “Sandstock“, buscaba investigar la posibilidad de almacenar energía a bajo coste y de forma sostenible utilizando partículas de arena como recolector de calor, transferencia y sistema de almacenamiento. Para ello estudiaron la estabilidad térmica de la arena a alta temperatura, su capacidad calorífica y la tendencia a aglomerarse. Y la conclusión es muy positiva, confirmando que la arena del desierto de Emiratos Árabes Unidos se puede considerar un posible material de almacenamiento de energía térmica.
La sustitución de los materiales de almacenamiento térmico utilizados habitualmente en las plantas termosolares (aceite sintético y sales fundidas) por un producto barato como la arena puede reducir los costos de funcionamiento de la planta y aumentar su eficiencia debido a la mayor temperatura de trabajo del material de almacenamiento. Un sistema TES basado en un material local y natural como la arena también representa un nuevo enfoque para el futuro desarrollo económico de sistemas de energía sostenible en Abu Dhabi.
Los análisis mostraron que es posible utilizar la arena del desierto como material TES hasta los 800-1000 ° C. La composición química de la arena fue analizada con técnicas como la fluorescencia de rayos X (XRF) y difracción de rayos X (XRD), que revelan el predominio de cuarzo y materiales de carbonato. La reflectividad de la energía radiante de la arena también se midió antes y después del ciclo térmico y se comprobó que, además de como material TES, la arena también se puede emplear como absorbedor solar directo bajo un flujo solar concentrado.
Paralelamente a la investigación de la caracterización de arena en el Instituto Masdar, en el centro francés Promes (situado en Odeillo) se puso en marcha un prototipo a escala de laboratorio, consistente en un pequeño horno solar.
Vía │ EnergiasRenovables │ ScienceDaily
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