¿Por qué nunca vemos esos diseños eléctricos espectaculares en las tiendas?
La cantidad de buenos diseños referentes a implementos eléctricos que se publican en la red siempre me ha sorprendido. Me entusiasma conocer todos esos conceptos, algunos de los cuales permiten ahorrar electricidad, otros tantos que poseen una elevada funcionalidad, y por qué no, muchos más que simplemente harían nuestra vida más cómoda y divertida.
Para muestra no tenemos que ir muy lejos, basta buscar un poco aquí, en Desenchufados. Por ejemplos tenemos una regleta giratoria, un enchufe que se pega a la pared cuando esta funcionando, otro enchufe más seguro para los pequeños, una regleta para facilitar la vida, un despertador que enciende cualquier aparato, un enchufe con interruptor, un enchufe que se alarga.
Y así podríamos seguir con la lista de maravillas tecnológicas que nos simplificarían la vida bastante, pues de estos conceptos hay una gran cantidad cuya comercialización es algo que más de uno estamos deseando. El problema es ese, son simplemente conceptos que lo único que hacen es mostrar que se tiene la capacidad de diseñar lo que se necesita, pero que sin embargo todo queda en papel, y con el tiempo se van olvidando.
Entonces, ¿cuál es el problema?, ¿por qué ocurre que nunca vemos esos conceptos en las tiendas? Mi primera respuesta sería enfocada a que los que piensan dichas ideas son individuos dedicados al diseño, y que por lo tanto están alejados de las empresas del ramo. En el supuesto de que no sea el caso, y que los diseñadores estén dentro de los alcances de la industria, podemos concluir que el problema es otro.
De esta manera sucedería que las empresas consideran demasiado caros los servicios de los diseñadores, y por ende no desean gastar en contratar sus servicios. Es verdad que las grandes compañías deben tener su propio equipo de diseño, para el desarrollo de sus productos; pero hay que tener en consideración que dichos diseñadores están restringidos por cuestiones económicas, se les exige la mayor usabilidad con el menor costo de fabricación, muchas veces sacrificando diseño y calidad.
Sin embargo, hay una frase muy mencionada que dice “la industria ofrece lo que el cliente pide”, en este sentido la solución recaería en nosotros como consumidores, en exigir productos de mejor diseño, funcionalidad y calidad, obviamente pagando quizás un poco más, tampoco hablemos de precios elevadísimos.
Personalmente me fascinan los conceptos eléctricos, como los ya mencionados, y estaría dispuesto a desembolsar un poco más, siempre valorando que detrás de lo que estoy adquiriendo hay un excelente trabajo de diseño, que merece ese desembolso. Tu que opinas, ¿te agradan estos conceptos? ¿pagarías un poco más por tenerlos?
Artículo escrito por Olmo Axayacatl. Puedes encontrarle en Ingeniería Fantástica.
Sin comentarios.
Añade tu comentario