La OMS declara la contaminación atmosférica como cancerígeno
La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cancer, (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), acaba de anunciar que la contaminación atmosférica es cancerígeno, el mismo término utilizado para otras sustancias como el amianto, el humo del tabaco o la radiación ultravioleta. El riesgo para las personas es bajo, aunque prácticamente inevitable, explica la agencia. “Puedes elegir no beber algo o no fumar, pero no puedes evitar estar o no expuesto a la contaminación atmosférica. No puedes elegir no respitar”, explica Francesca Dominici, profesora de bioestadística del Colegio de Salud Pública de la Universidad de Harvard.
Las fuentes de contaminación atmosférica están en todos los sitios, incluyendo los vehículos convencionales, centrales eléctricas, industria y emisiones causadas por las actividades agrícolas. La contaminación atmosférica esta constituida de gases y partículas, que presentan un gran riesgo cuando son respiradas y se depositan en los pulmones de las personas. Las investigaciones ya han establecido que la contaminación del aire aumenta las posibilidades de problemas de corazón y enfermedades respiratorias, pero esta es la primera vez que se ha reconocido como agente cancerígeno. El grupo de expertos llegó a su conclusión después de que científicos analizaran más de 1.000 estudios de todo el mundo y llegaron a la conclusión de que había suficiente evidencia de que la exposición a la contaminación atmosférica causa cáncer de pulmón. En 2010, la IARC reconoció que había más de 220.000 muertes por cáncer de pulmón en todo el mundo relacionado con esta contaminación. La agencia también encontró un vínculo entre la contaminación atmosférica y un mayor riesgo de cáncer de vejiga.
Kurt Straif, director del departamento de la IARC que evalúa las sustancias causantes de cáncer, explicó que hay una gran diferencia entre muchas ciudades alrededor del mundo. Los lugares con más contaminación se encuentran en China e India, donde habitualmente se ve a la gente llevar máscaras. Estas máscaras ayudan un poco, dijo Straif, pero lo que realmente se necesita es una acción colectiva de los gobiernos para mejorar la calidad del aire. La Organización Mundial de la Salud y la Comisión Europea han revisado ya sus recomendaciones sobre los límites de contaminación, explica.
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