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Comienza el desmantelamiento de la central nuclear de Zorita, en Guadalajara

La cerrada central nuclear de Zorita, en Almonacid de Zorita, Guadalajara, comenzó hace unos días su proceso de desmantelamiento.

Manuel Rodríguez, encargado de desmantelar la planta, estima que sólo se han desmantelado completamente una docena de reactores en todo el mundo, principalmente en Alemania y Estados Unidos. Hasta ahora, la mayoría de centrales nucleares clausuradas han dejado intactos los reactores, con un recubrimiento protector y planes para desmantelarlos dentro de varias décadas, cuando baje la actividad de muchos de los compuestos.

“El problema con eso es que vas a tener que desmantelar la instalación en unos 50 ó 60 años, con material muy desgastado y con personal que ya no conozca la planta“, dijo Rodríguez. “Como se tiene que desmantelar en algún momento, resulta mejor hacerlo ahora”.

Zorita fue la primera central nuclear española en 1968, y producía unos relativamente modestos 160 megavatios, el equivalente al 0,2 por ciento de la capacidad generadora actual del país. La planta, perteneciente a Gas Natural Fenosa, produjo electricidad hasta 2006, cuando el gobierno ordenó su cierre.

El combustible nuclear del reactor permanece en una docena de tambores de cuatro metros de alto, cada una con un peso de 100 toneladas, que permanecerán almacenados hasta que se construya el almacén temporal centralizado.

Las primeras actuaciones que se llevaron a cabo fue la demolición de las torres de refrigeración natural (ya que no implican riesgo radiactivo), y en noviembre la firma estatal Enresa empezó a desmantelar las instalaciones radioactivas como parte de un proyecto de 170 millones de euros que se completará en 2016. Enresa financia sus proyectos de desmantelamiento con un fondo al que contribuyen regularmente las empresas energéticas.

Enresa también ya ha cerrado un reactor de investigación y la planta de 1.000 480 megavatios de Vandellós I, en la que dejarán el reactor hasta 2025, cuando los niveles de radioactividad hayan descendido lo suficiente para continuar el trabajo.

Vía | reuters | QuitoArmónico

Sobre el autor

Alberto Martinez

Ingeniero industrial en la especialidad de la electricidad, y apasionado de los mecanismos de generación, transporte y distribución de energía. Cada día más apasionado por la movilidad sostenible.

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