El almacen temporal centralizado (ATC) ya tiene localidad, Villar de Cañas

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Después de mucho tiempo de espera, ha sido el nuevo gobierno de Mariano Rajoy ha seleccionado el emplazamiento para el almacén temporal centralizado (ATC) que albergará los residuos nucleares de alta actividad de las instalaciones nucleares españolas.

El pueblo elegido es Villar de Cañas, en la provincia de Cuenca, un pueblo de 436 habitantes y una larga historia de paro y emigración.

Villar de Cañas obtuvo la calificación de MB (Muy Bueno) en apartados como extensión y geometría, topografía, geotecnia, sismicidad, meteorología, hidrología, instalaciones de riesgo alrededor, zonas de interés estratégico o distancias a núcleos principales. El parámetro de contribución de los ayuntamientos también ha obtenido una alta calificación.

Aún así, la decisión, curiosamente, ha sido principalmente política, ya que este no era el pueblo con más puntos para albergar las instalaciones. No tiene experiencia nuclear, no tiene tren, pero ha sido la localidad que supondrá menos problemas.

La oposición pública ha sido suficiente para descartar la principal candidata, Ascó en Tarragona. Zarra, en Valencia, fue otro de los principales candidatos, y no lo ha sido porque su alcalde tiene varios procesos judiciales por escándalos urbanísticos. Así que ya quedaba únicamente la comunidad de Castilla-La Mancha con sus dos candidatos, Yebra, en Guadajara, y Villar de Cañas. Y aunque la primera tenía más puntos, otros problemas políticos que incluyen a la presidenta de la comunidad, Dolores de Cospedal afectaron en la decisión.

Así que solo quedaba Villar de Cañas, el cuarto en la lista, ganador por descarte. Además, en Cuenca no ha cambiado la situación política desde 1968, en la que siempre ha ganado el PP con dos diputados, frente a uno del PSOE. Además, por si había dudas, el alcalde de Villar de Cañas, José María Saiz, amplió su mayoría en las pasadas municipales tras anunciar la candidatura: logró el 67,4% de los votos frente al 53,91% cuatro años antes.

Con el PP en el Gobierno central y en la comunidad no quedaba tensión posible y ayer, sin siquiera tener nombrado secretario de Estado de Energía, Soraya Sáenz de Santamaría anunció después del Consejo de Ministros cual era la solución. La vicepresidenta destacó que esta decisión se había demorado siete años y que desde el 1 de enero del 2011 este retraso costaba a España 60.000 euros diarios, lo que paga a Francia como fianza (la gran mayoría será devuelta) por los residuos enviados allí desde el incendio de Vandellòs I, en 1989.

Ahora vienen años de papeleo, permisos y estudios. Para el ATC no hay recortes presupuestarios porque se paga de un fondo que gestiona la Empresa Nacional de Residuos (Enresa). El dinero, que en diciembre de 2009 ascendía a 2.531,98 millones, ha salido del recibo de la luz de los españoles durante décadas. Los residuos de trasladarán en camiones fuertemente custodiados.

La previsión de inversión total es de unos 700 millones de euros. Para la construcción de las instalaciones se estima un promedio diario de unos 300 trabajadores durante los cinco años de la primera etapa, con algún pico de hasta 500 trabajadores.

Vía | ElPaís | Consumer
Infografía | [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]