La celulosa de los árboles abarata fabricación de superconductores
Una de las grandes limitaciones en muchos aparatos electrónicos, desde los móviles a los coches eléctricos, es el almacenamiento de energía. Más concretamente el tiempo que tarda en cargarse, y su capacidad. Lo supercondensadores están considerados como una de las mejores opciones para el almacenamiento de grandes cantidades de energía, permitiendo una carga rápida. Pero por ahora esta tecnología no está suficientemente desarrollada y sus costes son demasiado altos.
Cientificos de la Oregon State University (OSU), en Estados Unidos, pueden haber conseguido dar un gran paso adelante, permitiendo producir superconductores mucho más baratos y en grandes cantidades usando celulosa de los árboles para hacer electrodos de carbono de alta calidad.
“Vamos a coger madera barata y convertirla en un producto tecnológicamente avanzado” – Xiulei (David) Ji, profesor asistente de química en OSU.
El equipo de química de la OSU ha descubierto un proceso simple, usando una reacción básica, que puede convertir la celulosa de los árboles en “membranas nanoporosas de carbono dopadas con nitrógeno” para ser usadas como electrodos para supercondensadores. Calentando la celulosa (el polímero orgánico más abundante en la tierra) en un horno en presencia de amoniaco, se consigue convertir la celulosa en justo lo necesario para ser usando para el almacenamiento de energía.
“Hay muchas aplicaciones para los superconductores alrededor del mundo, pero por ahora el campo esta limitado debido al coste. Si conseguimos mediante este proceso que los superconductores sean mucho más baratos habrá grandes beneficios.” – Ji
Pero los superconductores no son las únicas aplicaciones de estas membranas nanoporosas de carbono, ya que también pueden ser usados en tratamiento de aguas y filtros. Otro beneficio del sistema es que el único producto de desecho es metano, que será usado con seguridad para cualquier otro proceso.
Vía │ Treehugger
[…] artificiales inmediatamente me dicen que para que queremos eso, que mejor nos dediquemos a plantar árboles reales. Ahora bien, ambas cuestiones no se hacen competencia, y si lo hicieran creo que hay espacio […]