Los primeros 40.000 km con mi coche eléctrico
Desde hace más de una década vengo siguiendo todas las novedades de la movilidad eléctrica y compartiendo algunas con vosotros.
El año pasado, tomé la decisión, junto con mi mujer, de adquirir un vehículo eléctrico, y justo este mes el coche ha cumplido 40.000 km. Quiero compartir esta experiencia con vosotros, tanto las ventajas como los inconvenientes del día a día. Además, os puede servir como prueba de larga duración y tal vez os ayude con vuestra próxima decisión de compra. Iremos actualizando la información a medida que aumente el kilometraje.
¿Cómo nos decidimos por el coche eléctrico?
A pesar que, por lo comentado anteriormente, no soy el público más objetivo, la compra se hizo por motivos estrictamente racionales. Desde hace unos años vivimos en la sierra de Madrid, en una vivienda unifamiliar, a unos 60 kilómetros del trabajo de mi mujer que se encuentra dentro del área de la M-30.
Mi mujer conducía todos los días con nuestro vehículo Diésel un trayecto de ida y vuelta de 130 km. Además, teníamos que pagar una plaza de aparcamiento en alquiler en la zona de su trabajo.
Yo ya había conducido muchos vehículos eléctricos, y como punto más débil, sobre todo de las primeras generaciones, estaba la famosa autonomía. Debido a la distancia que había que recorrer, a la pendiente tan pronunciada para salvar (vivimos en una población a más de 1.100 metros de altitud y Madrid se encuentra a unos 650 metros) y al hecho que el 80% del trayecto se hace por autovía con límite a 120 km/h, hizo que en una primera fase de la compra estudiáramos otras opciones antes del eléctrico. Aquí van las tres que barajamos e incluso probamos:
- Vehículo a GLP. Lo que más nos empujaba a esta opción es que eran los modelos de precio más contenido. Además, su conducción es idéntica a la de cualquier otro coche y en nuestro trayecto tenemos varias estaciones de servicio que disponen de surtidor de GLP. Mecánicamente son motorizaciones de gasolina básicas. El modelo que probamos fue el Opel Corsa GLP, de 90CV. Con el acabado sencillo, pero con el equipamiento suficiente, el precio era 12.346 € incluyendo la promoción que tenía. Además, te descontaban 1.000 € adicionales si financiabas la compra. Sin duda fue tentador, hasta que comprobamos que los consumos de GLP en nuestro trayecto, estarían en torno a 7l/100 km. A pesar del ahorro inicial por el menor importe de combustible, el mayor consumo hacía que no fuera tan interesante frente a nuestro Diesel (4,6l/100 km según el histórico del ordenador de abordo).
- Si hablamos de híbridos, Toyota es el primer fabricante en el que todos pensamos. En nuestro caso el Toyota Yaris HSD era el modelo que cumplía con el objetivo de ir a Madrid. En la red de concesionarios oficiales contaban con mucho stock en km 0. Los precios de las unidades rondaban los 15.000 €. Su potencia de 100 CV, nos servía de sobra para el trayecto. Sin embargo, los consumos de los híbridos fuera de la ciudad, son más elevados que los de un diésel convencional. En ciudad o atasco son imbatibles, pero en nuestro caso tan solo un 10% del trayecto se puede considerar urbano o periurbano. Es por ello que descartamos el híbrido. No hablo de otros fabricantes puesto que buscábamos un utilitario.
- PHEV (Enchufables). En esta categoría, estuvimos revisando una unidad del extinto, Opel Ampera, pero el hecho de la desaparición del modelo y del Grupo General Motors de Europa, no me daba seguridad en cuanto a recambios o reparaciones en el futuro. Al fin y al cabo, estos vehículos necesitan de varios años para ser amortizados. La opción que llegamos a probar, fue una unidad con pocos kilómetros del BMW i3 REX, que dispone de un pequeño motor a gasolina que carga las baterías en caso de necesidad. Pudimos hacer una prueba de larga duración en la que comprobamos que el comportamiento del vehículo era muy ágil, debido a su ligereza y a sus 170 CV. Sin duda era la mejor opción para nuestro trayecto por autovía. La unidad con algo más 10.000 km a sus espaldas estaba perfecta, y nos la dejaban por 24.900 €. Sabíamos que por el trayecto todos los días tendríamos que parar a repostar para garantizar llegar sin problemas, además de cargarlo por la noche, lo cual nos hizo pensarnos mucho dar la señal. Justo en ese momento, nos llegó una oferta de un Renault Zoe de ocasión, el protagonista de estas líneas.
Nuestra opción: Renault ZOE
Debido a nuestras visitas a varios concesionarios, preguntando por el modelo, en uno de ellos, nos avisaron cuando les entró una unidad de gerencia, con batería en propiedad (en mi caso el alquiler no me convencía) y algo más de 10.000km. Me permitieron hacer una prueba de larga duración. Se trataba de la unidad con 41 kwh de capacidad de batería, que anunciaba hasta 400 km de autonomía (luego hablaremos de ese apartado). Dispone de un motor eléctrico de 90 CV con potencia suficiente para moverse con alegría. Además, la unidad era la más equipada de la gama. El importe, el mismo que el del BMW, 24.900 €. Mi mujer, que ya había probado el I3, la resultó mucho más familiar el puesto de conducción del ZOE, quizá en parte porque ya hemos tenido otros coches de la marca, quizá porque el I3 te transmite una posición elevada, casi de monovolumen. Después de muchas vueltas y cuentas, nos decidimos a señalizarlo. A partir de aquí, empieza nuestro día a día con el coche. En cada punto iré describiros detalles técnicos del vehículo, así como las sensaciones.
Como veis, entre mis opciones nunca estuvo el Nissan Leaf. El coche eléctrico hasta la fecha más vendido del mundo, carece todavía hoy día de un sistema de refrigeración de baterías. En un país como España en el que el verano es cada vez más largo y caluroso, no lo recomendaría. Además, son muchas las demandas a Nissan por la degradación tan rápida de la autonomía, aunque habría que conocer a qué condiciones se han sometido a esas unidades.
Continuara…
Sin comentarios.
Añade tu comentario