Picohidráulica en los canales argentinos
La municipalidad de San Martín, Argentina, desarrolla un proyecto para iluminar las farolas del parque Sarmiento, con energía eléctrica obtenida del canal de riego que corre junto al él. A mediados de esta semana que termina quedó inaugurada la primera de estas turbinas que, después de un mes y medio de pruebas, está alimentando las 15 luminarias existentes en el paseo Socuéllamos, ubicado al este de la ciudad.
La idea nació hace poco más de cinco meses, cuando José Abdala, un vecino de San Martín, presentó al Departamento Ejecutivo un prototipo de la turbina.
“Nos pareció muy interesante el trabajo y en aquel momento pensamos que si algo así llegaba a funcionar, sería una muy buena alternativa a la generación tradicional de energía“, explicó el intendente, Jorge Giménez, y agregó que “desde entonces hemos ayudado al desarrollo del proyecto con unos diez mil pesos, que era el dinero necesario para poder montar el aparato. Hoy lo tenemos funcionando debajo de un puente en el paseo Socuéllamos, y con la posibilidad de montar el mismo sistema en todo el resto del parque Sarmiento”.
Hay allí más de 400 farolas que por las noches iluminan todo el lugar, y la idea del Municipio es que durante los diez meses del año que el canal que acompaña al parque lleva agua, se la utilice como energía alternativa para iluminar las farolas.
Según cuenta el propio José Abdala: “La turbina hidroeléctrica que monté en el paseo Socuéllamos genera un kilovatio de potencia por hora. Es decir que no sólo puede alimentar las farolas que allí hay, sino que, llegado el caso podría iluminar sin problemas toda una vivienda”.
Abdala dejó en claro que su turbina no interfiere para nada el curso del agua ni lo desvía. “Estamos usando unas paletas chicas que no entorpecen el trayecto del agua. Tampoco es un sistema peligroso porque trabaja con baja tensión, lo que quiere decir que no existe la posibilidad de que en el verano se electrocute algún muchacho que esté bañándose en el canal”.
Además, el sistema desarrollado es automático: cuando deja de pasar agua por la turbina, el aparato se conecta en forma instantánea al flujo corriente de energía. “En definitiva, nunca dejamos sin electricidad al circuito”, explicó José Abdala.
Tanto la comuna como Abdala subrayan el hecho de que frente a la crisis energética, la posibilidad de contar con energías de este tipo “resulta una alternativa importante. En las zonas rurales del Este tenemos muchos canales primarios de riego que, en un futuro cercano, podrían ser usados para generar electricidad que ilumine calles, casas o cargue baterías, y eso permitiría ahorrar algo de la energía tradicional”, dijo Giménez, el intendente local.
Por ahora, hay sólo una turbina funcionando en San Martín (hay otra en Tunuyán y proyectos en el Valle de Uco y zona sur). Los próximos pasos son confeccionar el proyecto para llevar los aparatos al resto del parque y pedir el financiamiento prometido a la Provincia.
Fuente: Los Andes
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