Radares para que los pájaros no choquen contra los aerogeneradores
Una de las partes más importantes de los proyectos de energías renovables, y de todos los proyectos en general, son los estudios de impacto ambiental. Y en ocasiones es difícil llegar a una “solución de compromiso” entre las necesidades humanas y la protección del medio ambiente.
Un nuevo parque eólico en Texas, Estados Unidos, se encuentra en una de estas situaciones. El parque se encuentra en una ruta de migración de aves. La “solución de compromiso” que se ha alcanzado en este caso ha sido utilizar un radar de gran alcance, desarrollado por la NASA y la Fuerza Aérea. Este radar detecta a las aves a cuatro millas de distancia de las turbinas, y las detiene si hay peligro de que estas vuelen entre las palas.
El radar analiza las condiciones climáticas, la altura de las aves, el número de estas y la visibilidad para determinar si las aves vuelan en la ruta de acceso de a las palas. Cuando hay mal tiempo, las aves vuelan más bajo que en condiciones normales y pueden desorientarse, lo que plantea el riesgo de que colisionen contra las turbinas. En condiciones normales, las aves vuelan por lo general muy por encima de la altura del parque eólico. Una vez que las aves han pasado, el radar reinicia las turbinas.
Durante el otoño de 2007, un estudio demostró que pasaron por el lugar donde esta el parque eólico más de 4000 aves a la hora. Solo en Estados Unidos mueren 7000 aves cada año, en colisiones con aerogeneradores. Realmente, el riesgo que los aerogeneradores suponen para las aves es aún bajo, si lo comparamos con otros obstáculos, como las líneas de alta tensión. Pero este no es motivo para que no se le preste especial cuidado, y si se puede evitar el riesgo con este tipo de sistema, mejor.
Y por cierto, este parque eólico está operado por Iberdrola Renovables.
Fuente: Ecogeek
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