¿Quieres ahorrar energía? La casa pasiva es tu mejor opción
Una casa pasiva es una casa muy aislada y eficiente energéticamente hablando. Las razones para tener una son claras:
- Facturas de calefacción muy pequeñas
- Mínima huella de carbono
- Normalmente tienen mucha luz natural
- Tienen niveles de confort superiores a las casas normales
Es decir, maximizar las posibilidades de un hogar, y minimizar los gastos. Normalmente queremos mantener a una temperatura constante nuestra casa a lo largo del año, lo que significa que hay que producir la misma energía que después se va a perder por las paredes, tejado, ventanas y puertas, o cuando ventilamos en forma de fuga de aire.
Si miramos el gráfico, encontramos tres tipos de casas representadas por sus perdidas y ganancias de energía en una casa típica del norte de Europa o una zona de similares temperaturas. En cada caso las pérdidas de energía coinciden con las ganancias. Mira las pérdidas y entenderás que hace a una casa pasiva especial.
- La casa con fugas tiene muros sólidos, poco aislamiento en el tejado y el suelo sin aislar, ventanas simples y muchas corrientes de aire. Por ello, necesita 300 kW.h de calefacción por cada metro cuadrado para mantenerse a la temperatura adecuada.
- La casa moderna cuenta con aislamiento en las paredes y suelo, doble cristal en las ventanas, un piso de aislamiento, doble acristalamiento y algunas corrientes de aire. Debido a su mayor aislamiento solamente necesita la mitad de la calefacción de la casa con pérdidas, 150 kWh/m2a, para mantener una temperatura interna similar.
- La casa pasiva tiene excelente aislamiento en todos los materiales, ventanas de triple cristal que dan al sur (en el hemisferio norte) para maximizar las ganancias solares, y es tan hermético que utiliza un sistema de ventilación para mantener el aire fresco. Se necesita sólo 15 kWh/m2a de calefacción, algunas de las cuales proviene de la recuperación de calor en el sistema de ventilación. Por supuesto, no hay grandes diferencias de temperatura dentro de la casa, por lo que el confort es mucho mayor.
Debido a estas cualidades una casa pasiva tiene una factura de calefacción pequeña, y por tanto una huella de carbono también muy pequeña. En la actualidad hay más de 30.000 de ellas en todo el mundo, de todas formas y tamaños. Pueden ser de nueva construcción o de la modificación, y tienen tanto éxito en climas fríos y calientes.
Es fácil mirar a los costes adicionales para conseguir una casa pasiva y cuestionar la recuperación de la inversión, sobre todo para una modificación. Los costes de los materiales son altos, y conseguir un buen contratista no es fácil, pero hay mucho más en una casa pasiva que el equilibrio entre los costes iniciales y el ahorro en la factura de calefacción, y el esfuerzo merece la pena.
Vía | shrinkthatfootprint
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Sería necesario disponer también del gráfico comparativo de coste/m2 para la construcción de una casa pasiva respecto a una convencional, para comprobar que lo que se ahorra en lágrimas no se vaya en suspiros.
Cuando se habla de ahorro se piensa sobretodo en dinero, antes que en la huella de carbono, para lo que la tecnología debe ser eficiente en ambos panoramas.
Se olvida con frecuencia que el dinero se consigue con el trabajo y que el trabajo es fuerza x distancia y que la fuerza se consigue con energía; la misma energía que queremos ahorrar en climatización.
Por ello debe estudiarse cuidadosamente el coste de cualquier solución para que el balance final no sea cero.
En realidad lo que necesitamos es que la energía sea limpia y de coste ínfimo y es por este camino que se llegaría a una solución de largo plazo. Pero aún hay muchos intereses para que eso no sea posible.
Estupendo articulo, en mi web podéis obtener datos del coste de una vivienda pasiva