Los liquidadores de Chernóbyl
Hace hoy, 26 de abril de 2010, 24 años desde que el reactor nº 4 de la central nuclear de Chernóbyl estallara durante el transcurso de una prueba de seguridad mal ejecutada, a consecuencia de 24 horas de manipulaciones insensatas y más de doscientas violaciones del Reglamento de Seguridad Nuclear de la Unión Soviética.
Por ello, desde desenchufados quería hoy hacer una mención especial a los liquidadores, casi un millón de personas que acudieron a encargarse del problema, e intentar que no fuera a mayores.
Sobre ellos se ha hablado en muchas ocasiones, incluso se ha dicho que era un montón de pobres ignorantes llevados allí sin conocer los posibles efectos. Pero esto no es así, ya que una turba ignorante no sirve para nada en un accidente tecnológico tan complejo. Los equipos de liquidadores estaban compuestos, sobre todo, por bomberos, científicos y especialistas de la industria nuclear; tropas terrestres y aéreas preparadas para la guerra atómica; e ingenieros de minas, geólogos y mineros del uranio, debido a su amplia experiencia en la manipulación de estas sustancias.
Los liquidadores acudieron, sabían lo que tenían ante sí, y a pesar de ello realizaron su trabajo con enorme valor y responsabilidad.
- Los bomberos que se turnaban entre vómitos y diarreas radiológicas para subir al mítico tejado de Chernóbyl, donde había más de 40.000 roentgens/hora, para apagar desde allí los incendios (la radiación ambiental normal son unos 20 microrroentgens/hora).
- Los pilotos que detenían sus helicópteros justo encima del reactor abierto y refulgente para vaciar sobre él los buckets de arena y arcilla con plomo y boro.
- Los técnicos y soldados que corrían a toda velocidad por las galerías devastadas cantándose a gritos las lecturas de los contadores Geiger y los cronómetros para romper paredes, restablecer conexiones y bloquear canalizaciones en turnos de cuarenta o sesenta segundos alrededor de la sala de turbinas (20.000 roentgens/hora).
- Los mineros e ingenieros que trabajaban en túneles subterráneos, inundándose constantemente con agua de siniestro brillo azul, para instalar las tuberías de un cambiador de calor que le robase algo de temperatura al núcleo fundido y radiante a escasos metros de distancia. Los miles de trabajadores y arquitectos que levantaban el sarcófago a su alrededor, retiraban del entorno los escombros furiosamente radioactivos y evacuaban a la población.
Salvo a los soldados, sometidos a disciplina militar, a nadie se le prohibía coger el petate e irse si no quería seguir allí; casi nadie lo hizo. Es más: muchos de ellos llegaron como voluntarios desde toda la URSS, especialmente muchos estudiantes y posgraduados de las facultades de física e ingeniería nuclear. Esta fue la clase de hombres y no pocas mujeres que algunos creen o quieren creer una turba ignorante y patética. Esto fueron los liquidadores.
Fragmentos sacados de La Pizarra de Yuri, del que recomiendo que leais el resto del artículo de “Los tres superhéroes de Chernóbyl”.
Se me ha encogido el corazón al leer el articulo. No sabia que había trabajado tanta gente intentando “arreglar” el accidente.
Por otro lado de los errores se aprende (pero a que precio) desde este accidente las medidas de seguridad han aumentado. Por suerte para todos.
No sólo a ti se te ha encogido el corazón kke. Seguro que somos muchos los que hoy hemos reservado un ratito al recuerdo de esas pobres personas.
Dicho esto, dudo que muchos de esos posgraduados y estudiantes realizaran tan horrible tarea voluntariamente teniendo en cuenta bajo que terrible régimen político se vivía. No olvidemos que el desencadenante de el desastre fue una orden ejecutiva venida directamente del Kremlin. Sin tener prueba alguna, soy de la opinión que más de uno fue allí bajo amenaza del Partido.
El tema del accidente de Chernobyl, los hechos, consecuencias, historias, … me ha apasionado desde siempre y he leído bastante sobre ello. Os recomiendo un libro por si teneis la oportunidad de hecharle el ojo, es de un periodista llamado Igor Kostin, y se titula Chernobil: Confesiones de un Reportero. Es un libro donde se combinan la descripción de los hechos vividos por el propio reportero con una gran cantidad de fotografías de muy buena calidad. Totalmente recomendado !!!
Gracias por tu sugerencia Albert, lo tendemos en cuenta!
Muy recomendable
“La gran transición : Rusia, 1985-2002”
Rafael Poch-de-Feliu ; prólogo de Roi Medvedev
Barcelona : Crítica, 2003
He estado mirando curiosidades sobre el accidente, no conocía muchos detalles, y me ha impresionado que algún otro reactor siguió funcionando después del accidente hasta el año 2000.
Por lo que veo conocéis bastante bien el accidente.
Este tipo de lecturas me apasionan, así que me acabo de comprar el libro que dice Albert (si alguien quiere, el enlace a la editorial es: http://www.efados.com/cast/home.htm.
El último que me leí fue “El desastre de Bhopal”, que a más de uno le sonará la que se montó allí, lectura recomendadísima también.
Por otro lado, aunque me sumo al recuerdo de las víctimas, estoy absolutamente de acuerdo con Jose en que un alto porcentaje de la gente que se metió en semejante agujero no lo hizo de propia gana, muchos por efectivamente no saber muy bien qué estaba pasando allí y otros muchos resignados a lo inevitable por acatar las órdenes de arriba. No era precisamente un ejemplo de democracia lo que había en aquel momento en la URSS. De todas formas, nunca se podrá agradecer lo suficiente a esas personas lo que evitaron.
Saludos.
Recuerdo un capitulo de cuarto milenio dedicado al desastre de chernobil. Ya conoceis el enfoque que da este programa, pero es recomendable por ver las imagenes y recreaciones en video para hacerse una idea de como estaba la situacion.
Yo tambien soy de la opinion de que muchas personas estaban sin conocimiento de causa. De hecho, en la URSS hasta ese momento no estaba muy extendido el panico sobre los efectos nocivos que tiene la radiacion sobre la salud. Hoy es diferente.
yo leí el libro de Chernobil en la escuela.. es duro.. pero esta bueno..
A Jose: eso eran los tiempos de Gorbachov, no d Stalin, hombre. En los tiempos de Gorbachov ya no se podía amenazar a nadie con nada serio si no cumplía una orden. Y el desencadenante del desastre no fue ninguna orden del Kremlin, sino una serie de errores cometidos por los directivos de la central.
Pues yo creo que hay que ser tonto, arriesgar tu vida asi, yo me hubiera hido de ese puto pais que tiene a las personas obligadas a malvivir, mientras sus jefes se forran de dinero.
Sí, seguro que el heroísmo es monopolio de los USA o de los países europeos!