Lo que les espera a las empresas de coches con la entrada del eléctrico
Los cambios nunca son sencillos, pero terminan por imponerse. Este ha sido el caso de multitud de tecnologías a lo largo de la historia, quizá el caso más conocido sea el del VHS contra el Beta. Al final solo uno termina por imponerse.
En el caso del coche eléctrico, las alternativas son más amplias: híbridos enchufables y no enchufables; eléctricos de batería y eléctricos con pila de hidrógeno. Sin olvidar la opción del coche de hidrógeno (alternativa al eléctrico).
El profesor de Economía Aplicada de la UPNA Ricardo Aláez-Aller ha intentado hacer una aproximación sobre cómo cambiaría el suministro de componentes del automóvil en cada una de estas opciones si finalmente es la que se impone. Curiosamente, la opción que parece más lejana en el tiempo, por el nivel de investigación que aún requiere, la del vehículo de hidrógeno, es la que menos trastocaría el proceso actual de fabricación del coche.
Ahora bien, cuando se habla de propulsión eléctrica, el panorama cambia. El coche eléctrico supone una amenaza para los negocios directamente ligados al motor de combustión. Fabricantes de motores, como la cooperativa Fagor Tafalla (funde bloques de motor y culatas) conocen bien ese riesgo. Aunque sus directivos lo ven aún muy lejano. “Todavía no percibimos ese cambio en nuestros clientes”, dicen. Y eso que uno de ellos es Renault, el fabricante que pretende ensamblar el primer coche eléctrico en España: 20.000 unidades del Twizzy al año a partir de 2011 en su planta de Valladolid.
Otro componente que desaparece con el coche eléctrico es el tubo de escape. Y lo mismo ocurre los depósitos de gasolina o diésel. Para todos los fabricantes de estos componentes, lo ideal sería que se imponga el coche híbrido. Un vehículo que alterna el motor eléctrico y el convencional. Hoy por hoy, es el que tiene más autonomía para viajes de largo recorrido. Según Toyota, los híbridos (enchufables o no) serán la tecnología dominante en el año 2030 con una cuota del 52% del mercado. A los eléctricos puros les otorga el 8% y a los coches tradicionales, el % restante.
En cambio, la tecnología eléctrica, tanto para la versión híbrida como para el coche eléctrico puro, ofrece grandes oportunidades en otros sectores. Según Aláez-Aller, empresas vinculadas a la fabricación de cargadores, motores eléctricos, convertidores, piezas de inyección de plástico o que trabajen con nuevos materiales (fibra de carbono, aluminio, etc.) que contribuyan a rebajar el peso global del coche, incluido el chasis, pueden ver ensanchados sus horizontes.
Finalmente, según el profesor de la UPNA, hay otros proveedores a los que, en principio, les sería indiferente la tecnología de movilidad futura que se imponga. Su producto no requerirá más adaptación que seguir la evolución tecnológica que habitualmente imprime el sector, acostumbrado a constantes mejoras. Se trata de la fabricación de frenos, suspensiones y direcciones.
En cualquier caso, reconoce que “va a ser muy difícil desplazar al vehículo de combustión interna. En primer lugar, porque los motores son cada vez más eficientes. Porque es una tecnología totalmente contrastada. Porque los riesgos que se asumen en la I+D+i son muy bajos. Y porque se está abasteciendo al mercado de una manera satisfactoria. No será fácil sustituirlo“, asegura.
“Pienso que los fabricantes actuales de componentes para coches de combustión interna tienen tiempo suficiente para diversificar su negocio pero deben planificarlo a la mayor brevedad posible”, explica Luis Álvarez, director de Citean, el centro de I+D de automoción en Navarra. “El vehículo eléctrico se va a imponer, sí o sí, pero en un entorno más urbano y como un tipo de coche determinado. Y además en este momento hay una gran cantidad de variables e incógnitas”.
Vía | [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]
Cualquier tecnología que ayude a reducir los contaminantes a la atmósfera es bienvenida, no veo porque solo tenga que prevalecer una por sobre las demás; más bien una diversidad y competencia sería lo ideal
El mayor “problema” la movilidad alternativa es que la tradicional es demasiado buena entonces en cualquier comparación las formas alternativa no llegan a la altura.
Por otro lado yo soy más de la opinión del hidrógeno (tanto de pila, como de explosión) porque me cuesta ver un camión con sus 42 toneladas arrastradas por baterías eléctricas, porque las baterías ya pesan mucho para un pequeño utilitario.
Pienso que en el futuro convivirán varias tecnologías (hidrógeno, baterías, GLP y híbridos).
Sería un logro marabilloso para la humanidad, el poder masificar el uso del hidrógeno
como fuente de potencia para la industria automotriz y otros procesos industriales.
Debemos aplaudir a las potencias que investigan los procesos industriales para la
obtención y almacenamienta del hidrógeno apuntandole a futuro a la masificación mundial
del uso de tal elemento tan abundante y tan inofensovo al medio ambiente al ser utilizado como combustible.