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La eólica francesa sale al mar

Medio año después de lo previsto, el gobierno francés ha convocado por fin la muy esperada convocatoria eólica marina. Así, acaban de salir a concurso los tres gigavatios anunciados (3 GW), ampliables a seis de aquí a 2020, que van a exigir una inversión de aproximadamente 10 millones de euros. De este modo Francia se adelanta a España, que, con más de 20.000 MW terrestres en marcha, sigue sin embargo sin dar señales de vida (eólica) más allá de la costa.

La ministra de Ecología de Francia, Nathalie Kosciusko-Morizet, ha reconocido ante el periódico Financial Times que “nuestro objetivo es equilibrar el mix energético a favor de las energías renovables” y, así, reducir la dependencia (eléctrica), en un 80%, de la energía nuclear (un 10% adicional ya viene de la gran hidroeléctrica).

El anuncio llega en mitad del aluvión de críticas que, desde muchos sectores de la sociedad francesa, se han venido vertiendo sobre las grandes empresas nucleares del país, EDF y Areva, a las que se ha acusado de estar detrás de la demora tanto de la convocatoria marina como, genéricamente, del despliegue de las fuentes renovables, y a pesar de sus propios intereses eólicos marinos (tanto EDF como Areva tienen en marcha estrategias de desarrollo eólico marino). Eso sí, desde Fuskushima, Francia ha pospuesto planes de construcción de nuevos reactores nucleares. Según las declaraciones de Kosciusko-Morizet al rotativo británico, “estamos en una fase en la cual coexisten los proyectos [nucleares] con las dudas sobre los reactores existentes”.

La ministra ha declarado –en la entrevista concedida al diario Financial Times– que “nuestra ambición es muy clara: queremos crear una industria líder en el mundo en este dominio; además, no queremos mantener un sistema con un enfoque en la potencia instalada y no en la estrategia industrial. El ecologismo debe conllevar consigo el empleo”. De hecho, Francia pretende crear 10.000 empleos en el sector hasta 2020. Las grandes agrupaciones que ya apuestan por la eólica marina gala tienen muy claro este aspecto estratégico-socioeconómico. Por ejemplo, Iberdrola se ha unido a Areva, que, además de construir plantas nucleares, también fabrica aerogeneradores marinos, para optar al desarrollo de dos de las cinco zonas marinas. Las dos zonas podrían sumar entre 1.500 y 3.000 MW, según la multinacional española.

Vía │ Energias-renovables
Imagen │ Vattenfall

Sobre el autor

Alberto Martinez

Ingeniero industrial en la especialidad de la electricidad, y apasionado de los mecanismos de generación, transporte y distribución de energía. Cada día más apasionado por la movilidad sostenible.

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