La importancia de la Fórmula E en el desarrollo de vehículos eléctricos

Si no eres fanático del automovilismo el término Fórmula E quizá no te suene. Se trata de una competición a imagen y semejanza de la Fórmula 1, pero enfocada a monoplazas eléctricos. El objetivo de la Fórmula E es servir como laboratorio de investigación para mejorar las capacidades de los vehículos eléctricos, permitiendo aumentar el ritmo de aceptación entre los consumidores.

Si la Fórmula 1 es o no un deporte es una discusión digna de una tarde de bar. Lo cierto es que la Fórmula 1 ha permitido muchas mejoras en los vehículos actuales, en especial en materia de seguridad, pero también en aspectos de mecánica y aerodinámica. La Fórmula E busca cumplir con el mismo objetivo: agilizar la transición tecnológica de los conceptos a la producción comercial.

La Fórmula E está avalada por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y hay grandes empresas involucradas: McLaren, Williams, Michelin, Dallara, etc. De momento es muy pronto para analizar el impacto de dicha competición en el mercado de vehículos eléctricos. Sobre todo considerando que la temporada inaugural acaba de comenzar hace un mes. Sin embargo, las expectativas son buenas.

La Fórmula E tiene la meta de convencer a los puristas automotores, quienes ven a los vehículos eléctricos como meros juguetes. En general a todo el mundo beneficia que los autos eléctricos ocupen mayor porción del mercado, pero no ha sido fácil mostrar sus bondades. En especial el tema de las baterías es importante, porque son el principal motivo por el cual los eléctricos se han estancado.

El nivel de exigencia a los monoplazas de la Fórmula E fomentará más investigaciones en lo que respecta a las baterías. Además cada carrera será un buen escenario para poner a prueba a los vehículos eléctricos, y mejorarlos en la medida de lo posible. De aquí seguramente muchas mejoras se irán trasladando a los vehículos de producción, para beneficio de todos.