Domótica: orígenes, funcionamiento y beneficios

¿Qué es la domótica? ¿Cómo funciona?

Entendemos por domótica a aquellos sistemas que automatizan las diferentes instalaciones que podemos encontrar en una vivivienda, pudiéndose implementar en distintos ámbitos del hogar. Capaces de realizar el control de los diferentes equipos, desde la calefacción, climatización, electrodomésticos, seguridad, ventilación, comunicación, bienestar o servicios de gestión energética.

Se trata, por ejemplo, de si encedenemos la calefacción o aparatos de aire acondiconado, que el sistema nos avise de si hay alguna ventana abierta, y en su caso que la cierre para evitar que la temperatura no se escape por esa ventana. O poder establecer la hora en que queramos que se suban o bajen las persianas. Todo ello sin necesidad de levantarse del sofá para hacerlo o de estar presente en casa.

Funcionamiento:

Todo ese control es llevado a cabo a través de redes interiores y exteriores de comunicación, que pueden ser mediante cables o de forma inalámbrica. Estos se conectan a un panel de control centralizado o también al dispositivo móvil. Se trata, en resumen, de tener una casa inteligente y que ello nos aporte una mayor seguridad, accesibilidad, ahorro y confort.

¿Cuál es el origen de este concepto de casa inteligente?

El origen lo encontramos a finales de los años 50. Se le atribuye la invención de la domótica al físico Joel Spira, quien por aquella época trabajaba para una empresa aeroespacial. Se encontraba desarrollando un proyecto cuando se le ocurrió emplear un tiristor (un semiconductor de potencia que se suele utilizar como interruptor) para graduar la intensidad de la luz.  Significaba que este pequeño mecanismo inventado por Sira podría integrarse en una pequeña caja empotrada en la pared, y a un precio no muy alto, ya que hasta entonces era posible hacerlo con reostatos de un tamaño muy grande y a un precio muy superior.

 ¿Qué puede aportar la domótica al ahorro y la eficiencia energética?

Un sistema domótico nos ofrece la posibilidad de controlar el gasto de los electrodomésticos, el consumo de agua o de climatización. Para ello, monitoriza el consumo de todos estos sistemas y nos ayuda a ver cuál de ellos está consumiendo más y si este consumo es normal o demasiado alto. Al usar un sistema que monitoriza el consumo, se puede ser consciente del gasto energético que tiene nuestro hogar. Una funcionalidad de la domótica que nos aporta toda la información necesaria para modificar hábitos y por consiguiente, incrementar el ahorro y la eficiencia energética. Así, podremos decidir en qué horarios, por ejemplo, es mejor poner la lavadora o el lavavajillas, para poder desplazar esas actividades a las horas de menor coste de electricidad. En el caso de contar en la vivienda con una instalación de placas solares fotovoltaicas, la domótica nos ayudaría a centrar el uso de esa instalación durante el día, y lograr aprovechar el consumo eléctrico directo desde las placas, calentar el agua en las mejores horas y almacenarla en un depósito hasta que deseemos usarla, etc…

Y que según los datos del IDEA, una vivienda tipo de 3 personas en España, tiene un consumo medio de electricidad de alrededor de los 3.500kWh. La cantidad de energía que consume un hogar varía en función del tipo y tamaño de la vivienda, el n° de personas que viven en ella y la ubicación de la misma. En los datos que nos da la Red Eléctrica de España, vemos que el consumo doméstico representa alrededor de un 25% del consumo total de electricidad en nuestro país. En cifras, esto se traduce en que de media, un hogar tiene un consumo eléctrico anual de unos 500€ (1,35 al día) y es capaz de emitir 1.300kg de CO2 a la atmósfera al año.

Beneficios de la domótica en el hogar

• Accesibilidad

Uno de los principales objetivos radica en mejorar la calidad de vida de los habitantes de un hogar. Cualquier persona, e incluso aquella con algún tipo de discapacidad o limitación, puede aprovecharla para manejar con facilidad las diferentes instalaciones del hogar. El hogar se adapta al entorno de todo tipo de persona para ofrecer más autonomía al usuario en sus tareas cotidianas.

• Ahorro energético

¿Sabías que el mayor beneficio que encontramos de tener integrado un sistema domótico en el hogar es, principalmente, el ahorro energético que nos ofrece? A pesar, de que a priori pueda parecer una gran inversión, nos va a resultar cómodo y útil, ya que nos permitirá controlar muchos aspectos de la casa, entre ellos el consumo. Contar con un sistema domótico nos ayuda a reducir la factura. Por medio de una base de datos, el sistema es capaz de controlar todos los elementos de la vivienda, como el agua, la luz o el gas, así como la iluminación o los electrodomésticos. Por lo tanto eso nos lleva a gestionar mejor el consumo y la eficienca energética.

• Comodidad y confort

Con un sistema domótico, las diferentes instalaciones o electrodomésticos pueden actuar de forma autónoma. Cosas tan sencillas como poner la lavadora o pasar la aspiradora se pueden hacer estando fuera de casa. O por ejemplo, que la luces se enciendan o apaguen solas en función de si alguien entra o sale de la vivienda. Incluso cortinas automatizadas que se abren o cierran solas dependiendo de la temperatura o de la cantidad de luz que entre. Poder controlar todo cuando, como y donde queramos, no solo nos aporta confort, sino también una enorme tranquilidad.

• Seguridad

Gracias a la domótica, se pueden controlar, por ejemplo, las fugas de gas o agua, y así detectar incendios o inundaciones antes de que vayan a más. Sensores de ruido, de movilidad, de objetos extraños, vigilancia automática para detectar posibles intrusos, entre otros.  Pero no sólo eso, sino que además, pueden simular presencia humana cuando la vivienda se encuentra desocupada, Es decir, monitoriza que todo funcione con normalidad dentro de casa.