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Debemos hacer mayor uso de la arquitectura climática

En la actualidad abundan las investigaciones para desarrollar tecnologías que nos ayuden a mitigar el cambio climático y aprovechar las energías alternativas, tales como crear materiales que absorban mejor la luz solar, hacer a los edificios más ecológicos y que puedan autoabastecer su consumo energético, etc.; tanto desarrollo es genial pero en este afán tecnológico-ecológico hemos dejado de lado uno de los aspectos más importantes del diseño urbano.

Si reflexionamos un poco, mucho antes de que contáramos con tanta tecnología también era necesario calentar y refrescar los edificios y viviendas, para lo cual se disponía solo de la observación de la naturaleza y de la adaptación de las construcciones a ésta, es por ello que los edificios eran tan representativos de cada región, pues en cada ubicación existen diferencias climáticas que ayudaban a decidir como serían las construcciones.

Hoy día las edificaciones son prácticamente iguales en cualquier lugar, y su diseño se ha basado más en las modas imperantes que en las necesidades urbanas de las distintas regiones. Por ello en Low Tech Magazine han presentado un artículo bastante extenso donde se explican los beneficios de desarrollar de manera adecuada la arquitectura climática.

El ejemplo que se menciona es el del Ensanche de Barcelona, donde se han seguido normas estrictas de diseño urbano para que se logre la máxima captación y distribución de energía solar, de manera que a todos los habitantes de esta zona les llegué luz natural durante el día y las temperaturas ambientales se mantengan relativamente estables.

Los edificios del ensanche barcelonés se basan en cuatro aspectos principales para lograr que la iluminación y la ventilación sea la adecuada. La primera es que miden un máximo de 16 metros de altura y las calles tienen 20 metros de ancho; la segunda es que los bloques de edificios forman grandes espacios interiores, lo que facilita la distribución de la luz y el aire.

Además las esquinas de cada bloque deben estar truncadas para que la distribución de la luz en las calles se maximice y por último, las calles están colocadas en diagonal con los puntos transversales, de manera que los puntos que permanecen siempre en la sombra se minimicen. También los hoteles de Barcelona están estudiando la arquitectura bioclimática en su construcción.

Ciertamente si se logrará conjuntar una buena planificación urbana con el uso de las más novedosas tecnologías en materia de captación de energías renovables estaríamos un paso más cerca del sueño de disponer de ciudades autosustentables.

Vía | Low Tech Magazine

Sobre el autor

Olmo Axayacatl

Ingeniero y horticultor de profesión. Tiene en las matemáticas, física y química sus materias favoritas. Viajar es su anhelo, escribir uno de sus pasatiempos, ahora convertido a profesión. Gusta de aprender y enseñar. Puedes seguirlo en twitter en @olaxpiston

2 comentarios

Deja un comentario
  • Barcelona siempre ha sido un ejemplo urbanístico, con grandes aportaciones de la arquitectura…

    Un gran artículo, muy interesante.

    Mark de Zabaleta

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