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Consiguen almacenar CO2 en forma de piedra

Un equipo de ingenieros y científicos en la central eléctrica Hellisheidi de Islandia han sido capaces de capturar las emisiones de carbono y convertirlas en piedra para su almacenamiento. Este nuevo proceso, descrito en la edición de esta semana de la revista Science, consiste en mezclar dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno liberado por la planta con agua, e inyectando la mezcla en capas subterráneas de basalto. En pocos meses, la mezcla se convierte en carbonato duro como una piedra, consiguiendo de este modo almacenar de forma segura el carbono y evitar que lleguen a la atmósfera.

Piedra de CO2

El Proyecto, que lleva por nombre CarbFix, reunió a científicos de la Universidad de Columbia, la Universidad de Copenhague, la Universidad de Islandia y Reykjavik Energy, el operador de la planta.

Inicialmente los científicos estaban preocupados de que el proceso pudiera tardar cientos o miles de años en produciese de forma natural. Pero sorprendentemente se mineralizaron grandes partes en pocos meses, y el 95% estaba transformado al cabo de dos años. La acción rápida del proceso es prometedora, pero las condiciones son muy limitantes: la planta de energía tiene que encontrarse en una zona con fácil acceso a capas de basalto volcánico subterráneo. Estas condiciones se adaptan perfectamente al paisaje sísmicamente activo de Islandia, pero podrían no funcionar tan bien en otras partes del mundo.

Hay otros desafíos a la implementación de este proceso. Por un lado, la planta Hellisheidi es una instalación de energía geotérmica, que utiliza turbinas para procesar el agua sobrecalentada bombeada de las profundidades. No sólo estos tipos de instalaciones producen mucho menos carbono que una central térmica de carbón tradicional (sólo alrededor del 5%), también tienen acceso a enormes cantidades de agua que se pueden inyectar bajo tierra.

Aunque el agua de mar puede servir para atrapar el carbono en algunas instalaciones de combustibles fósiles, el acceso al agua puede ser un gran problema en muchas regiones. Aún así, hay muchas áreas de la costa de Estados Unidos, donde el proceso podría ser fácilmente implementado. Mientras que la planta Hellisheidi hasta ahora ha sido capaz de procesar el CO2 por alrededor de 30 dólares por tonelada, lo más probable es que una planta térmica de carbón podría terminar gastando aproximadamente 130 dólares por tonelada CO2 convertido en piedra.

Vía │ Inhabitat

Sobre el autor

Alberto Martinez

Ingeniero industrial en la especialidad de la electricidad, y apasionado de los mecanismos de generación, transporte y distribución de energía. Cada día más apasionado por la movilidad sostenible.

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