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22 motivos para decirle no a la energía nuclear

Estoy completamente a favor del debate nuclear, por ello, os pongo “Los 22 hechos constatados sobre la actual energía de fisión nuclear” Las he sacado de un blog que se llama “Ni nuclear ni otras“. Resulta muy interesante leerlo, pero ya aviso, no es cortito. No estoy de acuerdo con muchos de los puntos, y creo que en algunos hay errores. Os animo a descubrirlos y comentarlos. A ver que pasa.

Tenéis todo después del salto.

Para tratar de aclarar algunos de los mitos que circulan por el imaginario popular, y cada vez más por páginas de rotativos, apreciaré 22 hechos constatados sobre la actual energía de fisión nuclear:

1. El uranio es el mineral que se usa como fuente energética en las centrales nucleares que existen en el planeta y a día de hoy no hay visos de poder fabricar centrales que funcionen con algo diferente: existen planos e ideas para otros sistemas, pero no se han puesto en práctica hasta ahora por no resultar un avance realmente sustancial. No es cierto que existan centrales modernas que no requieren de uranio.

2. En las décadas que llevan en funcionamiento las centrales nucleares en el mundo, hemos sabido llegar a casi 450 centrales, pero ese número se ha estancado desde hace 20 años y no está creciendo. No se construyen centrales en número suficiente ni para sustituir las que se cierran. Si la situación no se revierte, el número de centrales se irá reduciendo dada la vejez de las instalaciones actuales. No es cierto que los demás estén construyendo centrales a toda prisa, sólo hay anuncios de intenciones.

3. Una gran parte del combustible de las centrales nucleares del planeta proviene del desmantelamiento de bombas nucleares y éstas son finitas. La mayor mina del mundo se cerró hace poco por problemas que no se espera se resuelvan inminentemente. El precio del uranio ha subido tanto en un par de años que ahora el coste del combustible ya no es el 3% de los costes de una nuclear, sino el 5%. Las reservas mundiales son escasas y es de esperar que el coste del combustible siga aumentando sobre el total de costes de una central. No es cierto que quede todo el uranio que se nos ocurra necesitar.

4. En España no hay minas de uranio. Las que había se agotaron y cerraron. España importa el 100% de su uranio del exterior. España tampoco enriquece uranio (un paso imprescindible para obtener combustible válido para una central eléctrica), lo compra ya procesado. No es cierto pues que la nuclear sea una de las fuentes energéticas de las que podamos autosostenernos en España. España sí fabrica barras de combustible con el uranio importado, pero 2/3 es para exportación: encima paseamos por casa material radiactivo que ni siquiera es para nosotros.

5. En España no hay una moratoria nuclear. Cualquiera puede solicitar construir una central. En los últimos años nadie solicitó construir ninguna en España, ni una solicitud, porque los gobiernos han entendido que no debían dar subvenciones a ese sector. Es decir,

6. las nucleares sólo son rentables, diga lo que diga la propaganda nuclear, si hay subvenciones por medio. Así es rentable incluso un negocio de congeladores en la Antártida.

8. El resultado de fabricar energía nuclear con uranio es la aparición, además de otros residuos, de un elemento que sólo existía previamente en la Tierra en la imaginación de los químicos y en la tabla periódica de elementos: el plutonio. El plutonio es inestable, lo que significa que no resiste el paso del tiempo y se desintegra. Al hacerlo emite radiación y lo hace en cantidades peligrosísimas durante decenas de miles de años, literalmente: cientos de siglos. No se conoce método para evitar esto.

9. Aparte de los residuos radiactivos de las centrales nucleares, la industria y la medicina también producen residuos, aunque de otro tipo cuya peligrosidad alcanza «solamente» unas décadas o pocos siglos. Estos residuos se almacenan en cavidades subterráneas y se vigilan en extremo, con la idea de mantenerlos allí hasta 300 años o de que aparezca alguna tecnología en el futuro distante que sepa tratar esos residuos. En España almacenamos estos residuos en un cementerio nuclear propio, en Andalucía.

10. El combustible gastado de las centrales nucleares, en cambio, cuya vida como residuo letal es de decenas de milenios, no sabemos dónde almacenarlo. En España, hasta ahora, les hemos pasado cierta cantidad de residuos a los franceses, pero el plazo se acabó. Gran parte del combustible que hemos venido usando lo mantenemos almacenado en las mismas centrales, donde no puede quedarse. No tenemos dónde almacenar esa cantidad que ya produjimos ni lo que vamos a seguir produciendo.

11. No se conoce método alguno para guarecer algo de las inclemencias del planeta, como ocasionales grandes terremotos, durante decenas de miles de años.

12. Tampoco se conoce método alguno para comunicarnos con nuestra propia sociedad de dentro de decenas de miles de años y poder comunicarles el peligro.

13. No se conoce si dentro de decenas de miles de años la civilización existente tendrá siquiera la tecnología y la energía suficientes como para hacerse cargo de los residuos.

14. El coste de almacenar, de vigilar, y de reprocesar los residuos nucleares —si suena la flauta alguna vez y se descubre cómo—, es desconocido e incalculable por tratarse de una extensión en el tiempo de decenas de miles de años. Además es, por supuesto, inasumible a día de hoy, pues la inflación de decenas de miles de años lo impediría siempre: el crecimiento nunca paga lo que consume.

15. La industria nuclear jamás contabiliza ni asume estos costes. Si lo hiciera no existiría tal industria.

16. España no importa electricidad nuclear de Francia: España intercambia electricidad con Francia para regular ambos sistemas eléctricos y el saldo es muy variable. También intercambiamos electricidad con Marruecos y Portugal. En total, exportamos electricidad, no la importamos. Atendiendo a esto es evidente que España no precisa de las centrales nucleares francesas, es una mera cuestión de comodidad a la hora de regular (y rentabilidad económica frente a un intercambio inexistente). Además consumimos mucha agua para poder llevar a cabo esos intercambios a base a nuestras hidroeléctricas.

17. Si se aumentaran drásticamente la cantidad de centrales nucleares del planeta para cubrir, por ejemplo, un 60% de la demanda energética mundial en lugar del 6% actual, las reservas de uranio del planeta, calculadas en 60 a 80 años de consumo actual, durarían para 6 a 8 años, no durarían el tiempo suficiente ni para construir esas centrales.

18. Si se pretenden sustituir los hidrocarburos con energía nuclear, cabe pensar en que los que consumen la mayor parte de los hidrocarburos es la menor parte de la humanidad, es decir que habría que tratar además de quintuplicar la oferta mundial de energía para que todos estén más o menos a la par, con lo que las actuales reservas para 60 años quedarían reducidas a la nada. O cabría ir pensando en reducir a la quinta parte el consumo de la minoría que más consume. No existe otro método aparte de estos dos para salvar el actual desequilibrio.

19. La energía nuclear solamente produce electricidad, no tenemos aviones eléctricos, ni barcos eléctricos, ni industrias eléctricas, ni parques móviles eléctricos, ni agricultura eléctrica… Harían falta entre 40 y 60 años, quizás más, para convertirlo todo a electricidad. No quedan 40 a 60 años de cada vez más hidrocarburos, estamos con toda probabilidad sobre el cenit total mundial de hidrocarburos.

20. La energía nuclear no puede proveer de fertilizantes nitrogenados como lo hacen los hidrocarburos, ni de plásticos, ni de medicamentos, ni de insecticidas, ni de textiles, ni de pinturas… Promover energía nuclear para la sustitución de los hidrocarburos es un sinsentido por esta parte.

21. El humo y el resto de residuos de los combustibles fósiles no afectarán a los habitantes del planeta durante decenas de miles de años. La energía nuclear no puede ser considerada jamás como la energía menos contaminante.

22. Con el humo y el resto de residuos de los hidrocarburos no pueden fabricarse miles de bombas con las que poder llegar a matar con cada una de ellas a millones de personas pulsando un solo botón. La energía nuclear no puede ser considerada jamás como la energía menos peligrosa.

Y añadiré una elucubración:

Francia probablemente no podría disponer de 59 centrales nucleares si los países que la rodean tuvieran todos también centrales instaladas de forma masiva, pues dado que las nucleares no son muy amigas de seguir el ritmo de consumo y de adaptarse a sus vaivenes, Francia no podría usar los países a su alrededor para regularse ella en base a exportaciones e importaciones de electricidad, que es lo que parece estar ocurriendo hoy día.

La fisión nuclear no tiene futuro, por ahora. Acelerar hacia ella es remar hacia la catarata. Abogar por ella es como darle gas a un coche creyendo que viene un divertido cambio de rasante cuando lo que hay tras la loma es, en realidad, un precipicio. Y significa dejarles a los que vengan detrás tal carga que podríamos llegar a ser juzgados por ello en el futuro. Tendremos que conformarnos con las energías que sí sabemos controlar y que no supondrán una merma para nuestros herederos. Y la energía de fisión no es una de ellas.

Sobre el autor

Alberto Martinez

Ingeniero industrial en la especialidad de la electricidad, y apasionado de los mecanismos de generación, transporte y distribución de energía. Cada día más apasionado por la movilidad sostenible.

2 comentarios

Deja un comentario
  • Interesante, aunque con la Nuclear ya han conseguido que no me crea casi nada de lo que leo, nunca sé si el que lo cuenta tiene intereses económicos en ello que le llevan a ocultar la verdad o, en el otro lado, un catastrofismo ecológico sin más fundamento que el miedo a lo desconocido.
    Mi postura sobre la nuclear está más cerca del no, principalmente porque no me parece de recibo mientras no sepamos dejar inertes los residuos, no hay sistema político en el que pueda confiar durante miles de años para que se garantice la estabilidad que se necesita en una propuesta tan larga en el tiempo como la conservación de los residuos nucleares. Creo que antes de empezar la casa por el tejado hay que buscar la forma de tratar los residuos y, entonces ya, sí sólo hablaremos de los riesgos de seguridad en las centrales que esos creo que sí podrían llegar a ser asumibles si se extreman todas las precauciones y se afinan todos los protocolos.

  • Bueno, no te quiero chafar el hilo, así que esperaremos los comentarios para pedirte que me digas con qué no estás de acuerdo. Seguro que tengo mil cosas a aprender, también sobre este tema.

    Saludos cordiales.

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